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Ť Pobreza, efecto de la falta de apoyo: René Drucker
Critican investigadores "pobre" contribución de Fox a la ciencia
Ť Les inquieta abismo entre México y países desarrollados Ť El gobierno no ha perdido la brújula, dice el Presidente
JUAN MANUEL VENEGAS
Luego de escuchar severas críticas a la actuación gubernamental por su pobre contribución a la ciencia, que contrasta con el discurso oficial de un México mejor y con expectativas de cambio, el presidente Vicente Fox Quesada negó, ante la comunidad científica del país, que sea cierta la "información pública que recibimos" y que hace parecer que "ya no nos queda país, que hay poco futuro y que este gobierno ha perdido la brújula".
Y ofreció un amplio informe de lo avanzado para hacer de México "una de las economías más fuertes y grandes" del mundo, "a un paso del Grupo de los Ocho", que aglutina a las naciones más industrializadas. Y una vez que las condiciones estén dadas para "tomar una rebanada mayor" de esa sólida economía, "vamos a generar oportunidades para todos y asegurar que 90 por ciento de esa tajada vaya a educación, salud y desarrollo de la ciencia", les dijo.
En el acto, donde el mandatario entregó el Premio de Investigación 2000 a cuatro científicos mexicanos, el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, René Drucker Colín, hizo un balance de lo que se dice y lo que se hace, con la advertencia de que "la pobreza y las pésimas condiciones económicas no son problemas de la ciencia, pero sí consecuencia de la falta de apoyo real al desarrollo científico y tecnológico de las naciones".
Desafortunadamente, enfatizó el investigador, al voltear a nuestro alrededor "inquieta el claro paisaje del abismo que existe entre nuestro país y el de los llamados desarrollados".
Advirtió que el libre mercado no provee el sendero del desarrollo, y como muestra está México, pues es "difícil encontrar otro caso donde los hechos contradigan de manera tan contundente esa teoría (del libre mercado) que domina el mundo.
"En los 60 había alrededor de 7 mil empresas trasnacionales; hacia mediados de los 90, cerca de 40 mil. Estados Unidos es el país al que pertenecen la mayor parte de ellas, y donde 80 por ciento de las mercancías facturadas en dólares no son exportaciones, sino rentas de empresas afiliadas, comercio entre industria, productos licenciados o vendidos a través de acuerdos de franquicia. Y un breve perfil de este sistema de trasnacionales da cuenta de que las 500 más poderosas alcanzaron en 1994 ingresos 43 veces mayores al producto interno bruto (PIB) mexicano".
Así, bajo las características de la pobreza en los países del tercer mundo, "šdonde estamos colocados nosotros!", un alto nivel de vida sólo es posible para quienes controlan las tecnologías de producción más avanzadas, las cuales no tenemos.
Esto da como resultado, añadió Drucker, que "un país (como México) que fabrica o que tan sólo ensambla mercancías de las segunda revolución industrial, tenga que contentarse" con bajos salarios, porque "hoy en día los ingresos altos sólo pueden ser resultado de la tercera revolución industrial, como la informática, la biotecnología, las nuevas energías, los nuevos materiales y la biomedicina molecular, entre otros. Sólo si logramos ser competitivos en estas áreas, la globalización y el libre mercado serán benéficos para nuestro país".
En conclusión -dijo, dirigiéndose a Fox Quesada-, la brecha entre el primer y el tercer mundo en cuanto a ciencia y tecnología "es tan abismal como en lo referente al aspecto económico y calidad de vida de la mayoría de la población".
Y con la explicación de este panorama, pidió comprender que, "en pocas palabras, la ciencia está lejísimos de ser un lujo; simplemente es una necesidad y un requerimiento elemental para el desarrollo de la nación y la cultura".
Apeló así, finalmente, al "buen juicio" de los legisladores de no reducir para el año que entra el presupuesto destinado a la investigación; pero si lo hacen, pidió a Fox "usar algunas de sus atribuciones legales para generar subsidios y transferencias que permitan fortalecer las acciones del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)".
Atrás la catarsis, pidió Fox, e insistió en la necesidad de la reforma fiscal
El jefe del Ejecutivo federal señaló que no hacía falta "convencernos los unos a los otros" de la importancia estratégica de la ciencia. Ya no hay que seguir con las cifras ni provocando más momentos de catarsis, "porque a veces terminamos sintiéndonos mal de sólo ver todo lo que nos falta, de sólo apreciar los rezagos fenomenales que tenemos en esta materia".
Y tras presentar una explicación de lo sólida que está nuestra economía, ya casi a la par, en tamaño, que la de cualquiera de los ocho países más industrializados, exhortó a "utilizar esa fuerza" y esa estabilidad para plantearnos un futuro cierto y terminar con los rezagos que tiene el país.
El puntal de esa estrategia que quiere impulsar para salir adelante, dijo, es la reforma hacendaria "que hemos planteado responsablemente, porque estructuralmente estamos mal, porque no hay solución al problema científico, al de la pobreza ni al de la infraestructura".
A partir de su aprobación -que, según dijo, sigue esperando "confiado"-, el gobierno estará en posibilidades de contar con más recursos y asegurar la mejor distribución de las oportunidades para todos los mexicanos.
Los premiados
Recibieron el Premio de Investigación 2000 el doctor Humberto Terrones Maldonado, del Instituto de Física de la UNAM; el doctor Alfredo Heriberto Herrera Estrella, del Departamento de Ingeniería Genética de Plantas, de la Unidad Irapuato del Cinvestav; el doctor Leonardo López Luján, del Museo del Templo Mayor en Ciencias Sociales, y el doctor Omar Masera Cerutti, del Instituto de Ecología de la UNAM.
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