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LUNES Ť 10
Ť DICIEMBRE Ť
2001
Ť El mercado no respeta la paridad con el dólar;
pagan menos por el peso en países vecinos
Desmienten FMI y Fernando de la Rúa más
reducciones al gasto público en Argentina
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 9 de diciembre. Aunque el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el gobierno del presidente argentino, Fernando de
la Rúa, desmintieron que el organismo financiero haya impuesto nuevas
reducciones al gasto por 4 mil millones de dólares, cómo
había informado la prensa local, la incertidumbre siguió
planeando sobre los argentinos.
Al regreso de un viaje a Washington tras la negativa del
FMI a desembolsar a Argentina más de mil millones de dólares
de asistencia ya pactados, el ministro de Economía, Domingo Cavallo,
consideró un "éxito" su misión.
Pero siempre, y en cada caso, ha dicho lo mismo, y luego
surgen los ajustes, casi una decena en menos en dos años de gestión
del gobierno de la Alianza, que había heredado una grave crisis
tras diez años de gobierno de Carlos Menem.
"Lo que tenemos que hacer en los próximos dos o
tres meses es demostrar que lo que proyectamos en materia de gastos será
cumplido, para que vean que no hay gato encerrado (trampa), es decir gastos
por debajo de la alfombra", dijo Cavallo.
Luego desmintió las versiones de una drástica
reducción del ya achicadísimo gasto público -diciendo
que el aumento de la recaudación se logrará eliminando exenciones
impositivas para las empresas-, o que el FMI haya presionado para devaluar
el peso argentino o dolarizar. El organismo financiero también dijo
que no ha propuesto "medidas fiscales especiales".
Confianza perdida
Pero
resulta difícil volver a creer en Cavallo, quien un día antes
de anunciar una bancarización que implica la virtual confiscación
de depósitos bancarios (nadie podrá retirar más de
mil pesos por mes), llamó a todos a tener confianza y poner su dinero
en los bancos. Y de hecho el mercado ya no respeta la paridad del peso
con el dólar, y en los países vecinos se paga menos por el
peso argentino.
Además, pese al "éxito" de su misión,
Cavallo no regresó con el desembolso del préstamo, indispensable
para afrontar los vencimientos de los proximos días por servicios
del pago de deuda.
Por ello, tanto en el opositor Partido Justicialista (PJ-peronista)
como en la gobernante Unión Cívica Radical (UCR), son muchos
los que piensan que Cavallo debe dar un paso al costado.
Aunque hace unos días hubo un nuevo ajuste de gastos
de mil 700 millones de dólares, en un país sumido hace años
en una grave recesión, será difícil para el gobierno
de Fernando de la Rúa armar la ingeniería necesaria y lograr
acuerdos políticos a nivel local, especialmente porque el Congreso
está en manos de la mayoría justicialista.
Lo que el FMI parece exigir es que se cumpla con los convenios
firmados por la nación y las provincias, para una nueva reforma
del Estado, la reducción de gestos o la limitación de monedas,
según ha expresado el mismo Cavallo.
Pero un nuevo ajuste significaría un último
golpe sobre la crisis social, que en estos días se expresó
en todo el país, con saldos de manifestantes heridos en algunos
lugares, como la provincia de Córdoba.
En este contexto, la impunidad para los que cometieron
delitos de corrupción en el pasado gobierno parece ya ser parte
del proyecto gubernamental para lograr apoyo ante la crisis. La liberación
del ex presidente Carlos Menem, detenido el pasado 7 de junio y liberado
el 20 de noviembre, es uno de los mayores escándalos políticos
al reflejar que nada cambió.
El pasado 6 de diciembre la Cámara de Casación
dio otro paso que es parte de este andamiaje, al arrancar de manos del
juez Jorge Urso la causa de la investigación por la venta ilegal
de armas a Croacia y Ecuador durante el menemismo, y dejarla en manos de
un juzgado "amigo" del ex mandatario.
Seis años de investigaciones y acumulación
de pruebas, que demostraban las evidencias del gran complot gubernamental
para la venta de esas armas, con complicidades externas incluidas, quedaron
relegados a la nada. Así, De la Rúa dio también marcha
atrás en lo que fuera su caballito de batalla de campaña
electoral en 1999: la lucha contra la corrupción.
También hay intentos obvios para tratar de dar
largas al tema del lavado de dinero que investiga una comisión
del Congreso presidida por Elisa Carrió. De esta manera Menem ha
vuelto a la arena política, y aunque es una figura desgastada, es
"informado" por De la Rúa sobre la situación.
Los consejeros del presidente creen, por otra parte, que
existe una especie de conspiración para llevar a la renuncia del
mandatario. Así asumiría Ramón Puertas, senador justicialista
y presidente provisional del Senado, en ausencia del vicepresidente, quien
renunció sin que se nombrara sustituto.
Sin embargo, otros analistas estiman que el justicialismo
no se jugaría en un momento como este, pues podría resultar
un movimiento "suicida" por las crisis económicas.
Todo esto ayuda a restar credibilidad al gobierno, y más
aún después de los resultados de las últimas elecciones
del pasado 14 de octubre, donde el llamado "voto bronca (enojo)" fue una
advertencia para los políticos del oficialismo y del justicialismo.
Mientras, el rechazo a las medidas económicas y
a la llamada "confiscación salarial" se expresará en el paro
decretado para este jueves por las dos Confederaciones Generales del Trabajo
(CGT), oficial y disidente, acompañados por la Central de Trabajadores
Argentinos (CTA).
El nuevo esquema de bancarización agregó
nuevos problemas a la crisis. Aunque se reconoce que posibilitaría
el orden en las cuentas, blanquear a trabajadores en negro y otras, esto
requiere mucho tiempo, y por ahora sólo se advierte más desempleo,
mayor descontento, una drástica caída del consumo en un mercado
ya deprimido, y cuentas impagas que provocan cortes de servicios.
Ya se debió dar marcha atrás en varios temas
y hasta las embajadas tuvieron que apelar, ya que estaban comprendidas
dentro del duro esquema de Cavallo que no les permitíra retiros
mayores de mil dólares o giros al exterior.
Por lo pronto, aún no se sabe para donde se disparará
el último misil del Ministerio de Economía, y por eso el
miedo sigue siendo el signo de los días. Todos se pregunta ¿ahora
qué?, mientras sigue un debate sobre si la salida será la
dolarización (muchos predicen que se apoderarán de los ahorros
en dólares y los transformarán en pesos para luego dolarizar),
o la devaluación. Nadie se pone de acuerdo, pero todos estiman que
pase lo que pase, seguramente será otro trauma para los argentinos.
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