03an1cul LUNES Ť 10 Ť DICIEMBRE Ť 2001
Ť Tuve más imaginación que Dalí, Buñuel, Breton, Ernst, Bosch... šque nadie!
Los Beatles me tomaron como gurú: Jodorowsky
Ť El movimiento pánico entronizó todo lo que negó el surrealismo, como el rock, recuerda
ELENA PONIATOWSKA /II Y ULTIMA
Realizador de más de 100 obras de teatro, autor de varias películas consideradas obras maestras, cuando no grandes experiencias visuales, como Santa sangre y El ladrón del arco iris, interpretada por Omar Shariff y Peter O'Toole, habitantes de una alcantarilla, Alexandro Jodorowsky decidió irse de México porque lo perseguían policías y ladrones, que así se les llama ahora a los políticos.
''Cuando me amenazaron las autoridades mexicanas, me llevé todos los negativos y terminé la película Santa Sangre en Nueva York, una ciudad insana donde hay choques eléctricos, a mi gata los pelos se le hicieron nudo; mis hijos acabaron neuróticos, en la primera semana que los cambié de colegio me los quisieron violar.
-ƑCuántos años tenían tus hijos?
-Había de cuatro, había de ocho...
-ƑCuántos hijos tienes?
-Actualmente tengo tres. Partí a París de nuevo porque me llamaron para trabajar en una película.
-ƑNo extrañas Chile?
-No. Extraño a Donoso, que ya murió; a Jorge Edwards, al flaco Enrique Lihn, y a otros amigos a quienes conocí en los cuarenta, pero ya para 1953 sentí que no podían enseñarme nada, yo era más innovador y atrevido que ninguno de ellos. Ya te lo dije y te lo repito, fui un adelantado a mi época. No había maestros que pudieran enseñarme la Alquimia o el Tarot o nada de lo que me interesaba.
-ƑTe consideras un genio?
-Sí.
-ƑPor eso te odian?
-ƑTú me odias, Elena?
-Claro que no, pero sé que eres odiado y admirado con igual intensidad. En la actualidad, Ƒde qué vives?
-De mis comics, que son muy populares en Europa; soy un experto en comics, trabajo con quince dibujantes que publican en Estados Unidos, Corea, Francia, España, Italia, Holanda... El Incal es el más famoso de mis personajes. Sale en español, pero en México mis historietas resultan muy caras. Son comics normales: tienen su mensaje, su violencia, su ciencia ficción, sus hadas y sus malhechores. Los dibujantes son tan enormes como los personajes. Inicié los comics con Moebius y Giraud, grandes amigos. Ahora estoy haciendo uno que tiene mucho éxito y se llama Cara de luna. Como verás no sólo escribo novelas, te hago libros de terapia, he terminado uno sobre el Tarot. Quizá en mayo filme dos películas, una o dos o ninguna, porque en el cine los proyectos nunca son seguros. Asimismo doy cursos y sigo haciendo teatro pánico en París.
La vida con pánico
-ƑPor qué te gusta la palabra "pánica"?
-Porque funda un movimiento. Cuando llegué a París conocí el surrealismo de Breton, pero ya era un movimiento moribundo compuesto por políticos de saco y corbata, trotskistas que ya no jugaban ni se divertían, sino discutían de política y se tomaban mortalmente en serio. Me hice amigo de Arrabal y de Topor y nos burlamos de ellos y se pusieron furiosos. Decidimos fundar nuestro propio movimiento y entronizamos todo lo que el surrealismo negaba, como el rock. El surrealismo rechazaba la ciencia ficción, šimagínate!; negaba que la publicidad pudiera ser arte. Breton detestaba la música; a su mujer chilena, que era pianista, le clavó el piano para que no lo abriera. Odiaba la pintura, él creía en una pintura literaria, pero la abstracta le parecía mala porque nunca la entendió.
-ƑY ustedes, los del movimiento pánico, cómo eran?
-A nosotros nos gustaba el box, el baile, la pantomima, divertirnos. Quisimos que se llamara "pánico" y juramos que todo lo que haríamos el resto de nuestra vida lo íbamos a llamar "pánico". Los surrealistas mexicanos, como Alberto Gironella, de quien fui muy amigo, me fallaron en México. Gironella me hizo una escenografía y por su culpa me cerraron la obra. Dividí mi escenario en cuatro partes consagradas a cuatro pintores: Carrillo, Felguérez, Vicente Rojo y Gironella. Felguérez, Carrillo y Rojo hicieron un cuadro abstracto y Gironella hizo un homenaje a Buñuel, y se le ocurrió freir chorizos en un cáliz de la iglesia y puso a la mujer de Alberto Isaac, Lucero, a bailar twist vestida de monja con minifalda. Me cerraron el teatro por culpa de Gironella porque también en la tambora pegó una foto del Papa. Cuando me pusieron en la lista negra nadie dio la cara por mí; fui yo el monstruo. Claro que quise mucho a Gironella, pero todavía recuerdo que no sacó la cara por la barrabasada que hizo. Vino la censura por boca de El Peredito, Peredo, el imbécil que dirigía la oficina de Gobernación y nos jodía a los artistas. Después, ya nadie se acercó a verme. Estaba como un leproso, un apestado, todos huyeron excepto Elda Peralta y Luis Spota. Son los únicos que me dieron trabajo, porque Elda presentaba una obra, Las paredes oyen. Spota y ella me convirtieron en galán; tuve que cambiarme de nombre y me gané la vida llamándome Mario Arenas, porque si no me muero de hambre.
-ƑCuánto tiempo estuviste en la lista negra?
-Dos años. šY me salvó Spota! Digan lo que digan los intelectuales, el verdadero hombre moral que encontré en México fue Spota. Cada vez que tenía un lío él me salvaba, porque Elda Peralta, su mujer, se lo pedía, porque ella quería hacer teatro conmigo. También Spota me consiguió la página en El Heraldo para publicar mis Fábulas pánicas. Me dijo: "Haz cuatro fábulas de avance y yo te las publico", y lo hizo durante cuatro años.
''Hoy tengo seguidores en el mundo entero; los niñitos de seis años leen mis cuentos y hacen mis actos de psicomagia, no sólo en México sino en Chile, en España, en Francia, en Italia. Mi libro La danza de la realidad es un delirio en Italia. Es la constancia de cómo inventé la psicomagia, pero no hablo del teatro ni del cine. Me formé en México porque aquí conocí a Erich Fromm, a la escuela psicoanalítica.
''A partir de mi venida a México empecé a vivir a la defensiva; toda mi vida he luchado por imponerme y los escándalos fueron eufóricos, eso era vida, pura vida. (Sonríe.) Fue una época maravillosa, a pesar de todo lo que decían y todo lo que me hicieron, toda la estupidez en mi contra. Hasta mi amigo Rius publicó una historieta desconfiando de mí absolutamente, un comic entero contra Jodorowsky, Ƒte imaginas?''
-ƑY no te daba miedo el odio que suscitabas?
-No tenía miedo. Para mí el teatro fue una religión, yo defendía mi religión, yo creía en eso ciegamente. Cuando me pasé al cine, volví a creer ciegamente. Más bien, creo que fui un marciano, siempre he estado expresando lo que siento en forma honesta, he dejado cosas que me podían hacer millonario; los Beatles me tomaron como gurú, El Topo le encantó a John Lennon, fue él quién presentó la película. Me dio el dinero para hacer La montaña sagrada y ahora que murió George Harrison recordé que Lennon iba a ser el ladrón, el personaje principal, y yo lo vi en el Hotel Plaza, muy blanco, muy bello, muy puro. Me dijo que él la haría, pero que había una toma inaceptable. No se pondría en cuatro patas mostrando el ano a la cámara dentro de una fuente donde había un hipopótamo. Primero que nada, le tenía miedo a los hipopótamos y segundo, él no mostraba su ano. Le dije: "Es que tienes que hacerlo porque esto es histórico, si tú no muestras tu ano, yo no quiero poner un doble, yo quiero que lo hagas tú, un artista tiene que mostrarse entero y tu ano tiene un significado simbólico profundo." Se negó y entonces vine a México y le di el papel a Nacho Salinas, que en esa época era un cómico de music hall. Durante muchos años critiqué a Lennon por su puritanismo, pero ahora que murió George Harrison me di cuenta que yo tenía razón y que él tenía razón, porque él era un hombre público y su imagen era de hombre religioso, místico, y era incapaz de romper esa imagen ante el mundo. No era un performer ni un actor entregado; era una gran figura pública.
-ƑCómo pudiste influir en los Beatles?
-Tengo la calidad de atraer tanto a hombres como a mujeres. Hay muchos cursos en el que un profesor hombre atrae a las mujeres porque ahora los hombres están por debajo de la acción despertadora de la mujer. Las mujeres acuden a talleres y quieren avanzar y los hombres no, los hombres hablan de política y de negocios. Hay 70 por ciento de mujeres en mis talleres, aunque no soy un seductor de mujeres.
-ƑNo lo fuiste?
-Ya pasó esa época. Antes me acostaba con todas las actrices que podía; para mí era esencial que se acostaran con el director para que él las conociera a fondo y saliera mejor la obra, esa era mi teoría. Otra de mis teorías es que el hombre es polígamo y la mujer no, yo fui un bruto, pues, un bárbaro psicológico, pero con los años me he resignado a mis mutaciones y aprendí. Ahora, para mí un alumno tiene tanto valor como una alumna, no hago diferencias. Los hombres vienen a mi taller con su esposa, su mamá, y yo, profesor, no me aprovecho de ellas para seducirlas, incluso ni mentalmente.
Mutación del pensamiento negativo
-ƑEn qué consiste esa mutación a la que te refieres a cada instante?
-Te voy a dar un ejemplo muy claro para que me entiendas. Tenemos formas de pensar negativas y podemos cambiarlas. Un niño se para al borde del abismo, y su madre que no ha hecho la mutación mental le dice: "cuidado, no te vayas a caer", y la que sí la ha hecho le dice: "hijo mío, conserva tu equilibrio". Son dos posiciones muy distintas. Una habla de un valor, conserva tu equilibrio, y la otra hace una predicción, no te vayas a caer.
-ƑCasi lo está empujando?
-Se va por el lado negativo. Eso es lo que llamo mutación mental: una nueva actitud. Incluso habría que cambiar el Padre Nuestro. La frase "libéranos de todo mal" es negativa. Habría que decir: "Desarrolla en nosotros el más alto bien". La Iglesia tiene que mutar también como tiene que hacerlo Dios, puesto que Dios significa todo lo que es la Iglesia. Hay que remplazar pecados por virtudes.
-ƑConsideras que vas hacia la santidad?
-Sí, sí, sí, sí, sí, o Ƒno te has dado cuenta? Primero que nada hay cuatro estadios: el campeón, el héroe, el genio y el santo. El campeón es el mejor de todos; quise ser campeón y no me sirvió de mucho. El héroe es el que da su vida; di mi vida por el teatro, arruiné a mis hijos, arruiné a mis mujeres, rompí casamientos, una madre se hizo alcohólica, la otra se tiró al Metro, la otra explotó con una bomba en un avión de Madrid... todas sufrieron el caos emocional en el que yo estuve. Sólo di mi vida por el teatro y después la di por el genio. Di y di lo máximo en la imaginación, una imaginación como nadie la ha tenido. Tuve más imaginación que Dalí, que Buñuel, que Breton, que Max Ernst, que Bosch, que Breughel, que... šque nadie!, una imaginación genial, sí, sí, el genio fui yo. Y ahora estoy buscando la santidad ciudadana, una santidad donde no existe el pecado ni se pertenece a ninguna religión. Pienso que el mundo es mío y que los valores del otro son mis valores, y que si el mundo anda mal yo estoy mal y que lo que doy si no lo doy, me lo quito a mí mismo.
No quiero nada para mí que no sea para los otros; soy el santo ciudadano y amo a las generaciones que vienen. Siento que me prolongo en amigos que tienen, me llevan, cinco mil años en el futuro y ayudo a quien ayudo y no tomo partido. No soy como Bush, que dice que la suya es una guerra santa entre el bien y el mal; no hay bien ni mal, hay necesidades y problemas. La guerra actual es un choque de problemas que solucionar. Me preocupo por la salud del ciudadano y hago un acto terapéutico y de tiempo en tiempo abro mi escucha, como tú lo haces conmigo ahora, y ayudo a los demás. Una vez por semana leo el Tarot gratis y aconsejo a los otros en un café cualquiera de París. Hago mis curaciones mágicas. "ƑQue problema tienes con tu padre?'', pregunto al que me dice angustiarse porque su padre está en un asilo. "Tiene 95 años, lo fui a ver ahora, ya no habla, está amarrado a la silla para que no se caiga, Ƒqué hago con él?" "Mira -respondo-, déjalo allí, te estás culpando inútilmente, tu padre ya pasó y ya no puedes hacer nada por él; está bien dónde está". Se iluminó el hombre, volvió a casa tranquilo. Esa es mi curación. Me preguntan muchas cosas; tú no puedes saber todos los problemas que hay en el mundo... La mujer cuyo padre abusó de ella cuando era una niña. "ƑQué hago? Se murió y me quedé con una rabia enorme". "Pues compra una cadena gruesa y rompe toda la vajilla, todos los vasos de tu casa, entierra los vidrios y sobre ellos siembra un árbol". Y ella me dice: "šqué maravilla, tú no lo sabes, pero la vajilla que tengo es el legado de mi padre. Ahora que la rompa voy a poder comenzar a vivir".
Dar consejos, mi oficio
-ƑY a esos actos les llamas tú psicomagia?
-Sí, porque liberan a la gente de sus angustias y sus culpabilidades. Los consejos que doy me vienen por tanto teatro que hice, tanta novela que escribí, tanto que he desarrollado mi imaginación. Es mi oficio, voy avanzando. Hace cuarenta años que el Tarot me habla. A la gente le digo: "tira tres cartas, dos, cuatro, y por azar, lo que digo corresponde a su vida, es una especie de sincronía muy buena. Una vez que detecto el problema, propongo un acto metafórico que le hace bien a mi interlocutor.
-ƑAhora tu tirada es hacerle bien a la gente?
-Me ando buscando a mí, desarrollándome al máximo espiritualmente hasta tocar los límites, llegar al máximo de mí: convertirme en un ser de calidad.
-ƑY sabes cuando vas a morir?
-Se va acercando. Digo que uno se programa para envejecer y morir, o sea, el cuerpo te va diciendo cuándo. Cien años es el promedio, algunos llegan a 120, Ƒy por que no más? ƑY por qué no dejar de morir? ƑPor qué no imaginar que si uno crea una conciencia, ésta va a atravesar los diferentes etapas y como el alma inmortal va a vivir tanto como vive el universo? ƑNo crees tú en la gran fiesta del universo?
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