Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 10 de diciembre de 2001
- -








Economía
027a1eco

LUNES Ť 10 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť León Bendesky

ƑQué quieren de la gente?

Para los argentinos la vida hoy está dominada por los fríos hechos más que por las convicciones. Es más, las convicciones que podrían haber tenido todavía hasta hace algunos meses quienes conducen el gobierno y sobre todo el ministro de Economía, se han hecho añicos. El país está al borde de la crisis económica, cuando menos de aquella que sea declarada formalmente, pues para la gran mayoría de la gente, la crisis que se expresa en la vida cotidiana está decisivamente asentada desde hace mucho tiempo. El gobierno y las instituciones financieras internacionales han tratado de evitar el colapso y sólo han logrado posponerlo en lo que ha sido una muy mala gestión por parte de todos los involucrados.

Ahora resulta que la convertibilidad que apenas hace sólo unos meses, no muchos, era vista por algunos todavía como un éxito, hoy es motivo de disputa, ya que millones de dólares han acabado en usos muy distintos a los que originalmente se habían destinado. La convertibilidad argentina fue en su inicio, al implantarse en 1990, tomada como un acto de gran audacia por parte de Domingo Cavallo para acabar con los largos y persistentes problemas de la fuerte inflación. Después de sólo unos años de estabilidad, la economía argentina dejó de crecer y hasta el muy reconocido ministro perdió su puesto.

Bajo la espuma de la paridad de un peso por un dólar se iban acumulado grandes desequilibrios financieros y fiscales, y cuando la situación se hizo prácticamente insostenible el gobierno de De la Rúa no encontró mejor opción para enfrentarla que traer de nuevo al mismo personaje, Cavallo revisitado. Y perdonarán la falta de corrección política, pero ya decía Marx que la historia y sus personajes aparecen dos veces: una como tragedia y otra como farsa.

Los aspectos técnicos de la grave situación económica se concretan en que no hay dinero para cubrir los vencimientos de la deuda, más de mil 600 millones de dólares de aquí a enero, y el Fondo Monetario Internacional se ha negado a desembolsar mil 260 millones que habían sido acordados. El gobierno necesita conseguir todo lo que pueda y renegociar la deuda pública mediante el cambio de los documentos existentes por otros que paguen menor tasa de interés. Llevado hasta la orilla, Cavallo congeló los depósitos bancarios de la población, limitando el monto de los retiros semanales y, además, restringió el uso de divisas que quedaron bajo control del gobierno. La reacción del mercado fue una aguda caída de las ventas hasta la mitad de las registradas una semana antes.

Cavallo expropió, cuando menos temporalmente, el dinero de la gente, lo que viniendo de uno de los defensores a lo macho del actual liberalismo económico debe, cuando menos, llamar la atención. Violó uno de los principios más sagrados del mercado: el derecho de propiedad que tanto defienden él y sus colegas en todos los países de América Latina. Pero ya sabemos que en estos casos la igualdad mercantil se expresa en el hecho de que unos son más iguales que otros. El caso es que si un argentino quiere disponer de todo su dinero para gastárselo en una noche de vino y tango, ni siquiera ese simple derecho puede ejercer. La libertad tiene sus límites y quien decide es el señor de las finanzas.

Las finanzas del gobierno argentino están prácticamente quebradas. Se sabe de las fricciones que ha habido entre el gobierno central y los gobiernos provinciales por la asignación de recursos para mantenerse funcionando, y que se han reducido los pagos a pensionados y los salarios de los trabajadores del sector público. Pero queda pendiente saber dónde quedaron los millones de dólares que recibió el gobierno durante muchos meses de distintos organismos financieros internacionales.

Una buena parte, según consignan los diarios, se fugó del país. La paridad de uno a uno que funciona en Argentina evita la devaluación por decreto, pero no previene la salida de capitales. ƑY alguien podría asegurar que horas antes de que se decretara el congelamiento de las cuentas, no hubo privilegios para hacerse de dólares?, los mismos que luego, sin duda, comprarán más pesos cuando se tenga que devaluar.

La falta de ajuste del valor del peso frente al dólar se manifiesta cada vez más en desajustes internos, es decir, cuatro años de recesión, crisis fiscal, pérdida de empleos, cierre de empresas, miseria creciente y un mayor endeudamiento general que no tiene salida. Los malabares que hoy hace Cavallo no van a restituir la capacidad de crecimiento de la producción y con ello seguirán cayendo los ingresos fiscales, y cuando finalmente estalle la situación será, como siempre, demasiado tarde, en especial para la gente.

ƑQué quieren de la gente estos gobiernos incapaces de mantener las mínimas condiciones de un crecimiento estable, por más que hablen del bienestar? Hoy el caso argentino es el más visible, pero la pregunta es válida en todas partes de este continente, donde siempre se ejerce gran discrecionalidad política sobre el uso de los recursos públicos. Esto significa una forma de distribuir los beneficios y las cargas de las deudas que se van generando y que no tienen el menor sentido de equidad ni de justicia. No hay suficiente dinero para las escuelas y los hospitales o para las obras públicas, pero sí hay para rescatar una y otra vez los grandes negocios privados, y el presupuesto público es la expresión de la insolvencia de las sociedades.

El capital especulativo gana siempre la disputa, mientras se cancelan las posibilidades de generar más inversión, empleo e ingresos, no sólo para los que trabajan, sino para el propio gobierno. Mientras las penurias del fisco se tratan de superar imponiendo más impuestos a la población, las grandes transacciones en la bolsa de valores no pagan nada y luego esos mismos personajes son los que exigen una reforma fiscal. Hay que cambiar la perspectiva de nuestro análisis sobre el modo en que funcionan estas economías, la técnica sólo sirve dentro de la técnica, ése es su espacio y ahí está su necesidad, y después está la gente. ƑQué quieren de la gente? La pregunta tiene que hacerse sin ingenuidad, pero también sin vergüenza

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año

. DisplayAds ("nota_economia.html", "TopLeft,TopRight,Top1,Top2,Top3,x01,x02,x03,x04,x05,x06,x07,x08,BottomLeft,Bottom1,Bottom2,Bottom3,BottomRight!Bottom1"); . DisplayAds ("nota_economia.html", "TopLeft,TopRight,Top1,Top2,Top3,x01,x02,x03,x04,x05,x06,x07,x08,BottomLeft,Bottom1,Bottom2,Bottom3,BottomRight!Bottom2"); . DisplayAds ("nota_economia.html", "TopLeft,TopRight,Top1,Top2,Top3,x01,x02,x03,x04,x05,x06,x07,x08,BottomLeft,Bottom1,Bottom2,Bottom3,BottomRight!Bottom3"); . DisplayAds ("nota_economia.html", "TopLeft,TopRight,Top1,Top2,Top3,x01,x02,x03,x04,x05,x06,x07,x08,BottomLeft,Bottom1,Bottom2,Bottom3,BottomRight!BottomRight");
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Francisco Petrarca 118 Col. Chapultepec Morales
delegación Miguel Hidalgo México D.F. C.P. 11570
Teléfono (525) 262-43-00, FAX (525) 262-43-56 y 262-43-54
La Jornada Virtual
Coordinación de Publicidad
Lic. Carlos Mendez Orozco
Lago Estefania #31, 2do Piso, Col. Granada, C.P. 11520, México DF
Tel. 55.31.98.63 y 55.31.97.81