La compañía ha visto afectaciones recientes por el rechazo a las actividades políticas de Elon Musk. La Casa Blanca desmiente que el multimillonario vaya a renunciar.
La reducción de los subsidios europeos, un cambio en Estados Unidos hacia vehículos híbridos de menor precio y una competencia más dura, especialmente por parte de BYD de China, han presionado a Tesla.