Una empresa constructora había presentado una inconformidad contra las modificaciones a los artículos 76 y 78 de la LFT, alegando que el aumento de días perjudicaba tanto al patrón como al empleado.
A partir del próximo primero de enero, los trabajadores puedan disfrutar de 12 días de vacaciones continuas, en lugar de los seis establecidos desde 1970.
Implicaba que el trabajador debía negociar con el patrón el tiempo y forma en que disfrutaría de los días de asueto establecidos en la reforma a la LFT.