La Organización Mundial de Salud (OMS) ya alertó en varias ocasiones de la "combinación" de enfermedades, hambre y falta de higiene en la franja de Gaza.

Autoridades humanitarias internacionales dijeron que las inspecciones, los combates en curso y la toma de la carga por parte de residentes desesperados han paralizado la entrega de ayuda en el sur de Gaza.

“Las escuelas jamás deberían ser objetivos”, afirmó Malala, mientras reiteró la urgencia de alcanzar un alto el fuego inmediato.

Tiene un plazo de 30 días, tras aprobar una demanda presentada por el ministro israelí de Vivienda, el ultraortodoxo Yitzhak Goldknopf.

Casi la mitad de la población de esa ciudad ha salido de sus casas desde que las fuerzas de Israel empezaron la operación militar, el 6 de mayo.

Estos últimos días, palestinos residentes en Gaza dijeron que se habían visto obligados a comer hojas y forraje o incluso a matar animales de tiro para alimentarse.

Israel acusa a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Ciudad de Gaza de estar “totalmente infiltrada por Hamas”.

También responsabilizó a la UNRWA de dejar a la población palestina "sin hogar, sin agua, sin comida ni tratamiento" y de haber "hecho oídos sordos ante los gritos de dolor y de sufrimiento".