Después de unos minutos, en los que los 2 pilotos y 4 pasajeros flotaron ingrávidos y pudieron observar la curvatura de la Tierra, la nave volvió a aterrizar.
El director y fundador de Amanzon, dijo estar emocionado, pero no nervioso, del vuelo en el New Shepard, una combinación totalmente autónoma de cohete y cápsula.