La falta de lluvias por El Niño, agravado por el calentamiento global, obligó a la administración del canal a bajar el tráfico y a reducir el calado de los buques a 44 pies (13.4 metros).
Líderes empresariales advirtieron que los ataques de los hutíes de Yemen podrían afectar a las cadenas de suministro durante meses y provocar escasez de buques cisterna para transportar combustible.
Los promedios de siete días comenzaron a bajar el 24 de diciembre, cuando aumentó el número de transportistas que abandonaron la ruta crucial para ahorrar tiempo y combustible alrededor de África.