Aprovechó para agradecer a empresas, distribuidoras, comerciantes que han colaborado para mantener el precio de 24 productos de la canasta básica en un costo promedio menor a $800.

Se busca que los granos genéticamente modificados queden fuera de las tortillas y derivados que se producen en el país.

El IECM investiga si usa recursos públicos. Montó un establecimiento para ese fin. Imprime logotipo hasta en el producto terminado.

Con residuos de semillas modificadas, 90% de ese alimento que se consume en el país.

Aplicaron mil 500 pesos más al precio de la tonelada de harina de maíz.

Los distribuidores atribuyen el alza a la guerra en Ucrania y a la escasez de granos, sumado a la inflación del país.

En términos reales no ha habido aumento en el precio de la tortilla, gasolinas y luz durante su gobierno, aunque sí reconoció en el caso del gas.

Algunos comerciantes subieron los costos de productos básicos como el huevo y la tortilla, informó el delegado de Profeco.