Hasta el corte de las 14 horas de este jueves, se reportó “un 90 por ciento de control y un 70 por ciento de liquidación, con una superficie afectada de aproximadamente 220 hectáreas de bosque de pino-encino”.
El objetivo es frenar la venta irregular de terrenos y construcción de proyectos inmobiliarios en zonas naturales protegidas y áreas de recarga de mantos acuíferos.