Jannik Sinner barrió a Alex De Miñaur 6-3, 6-0 para ofrecer el título a su país, mientras que Matteo Arnaldi había logrado el primer punto ante Popyrin.
El suizo concentra todos los atributos del campeón ideal, pero sobre todo un estilo de juego incomparable por estético, ofensivo, entusiasta y elegante.