Según informes, Israel atacó la ubicación de la sede del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria. No se reportaron ataques contra instalaciones nucleares o yacimientos petrolíferos.
El suceso ocurrió en una mina en Tabas, unos 540 kilómetros al sureste de la capital, Teherán. Unas 70 personas trabajaban en el lugar cuando se produjo la explosión.
La Casa Blanca calificó de “imperdonable” la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, quien fue detenida y golpeada por no cumplir la reglas de indumentaria.