El ex futbolista señaló que no logró reunir el apoyo suficiente. "En mi primer contacto con las 27 federaciones regionales, encontré 23 puertas cerradas”.
En 2010, los representantes del futbolista acordaron un pago de 350 mil dólares a cambio de confidencialidad absoluta sobre los supuestos hecho ocurridos en junio de 2009.