Si los más accesibles se venden en taquillas en 800 pesos, en manos de los revendedores alcanzan un valor de más del doble, de 2 mil 500 a 2 mil 700, según la suerte del aficionado.
En las afueras del Volcán, estadio del cuadro felino, los revendedores hacen su agosto adviritiendo que “entre más se acerque la hora, el precio sube”.