El socio gerente de Venezuela de Gas Energy Latin America, afirmó que se trata de un "paso previo necesario" antes de que ambas multinacionales participen en otros proyectos de exportación en la región.
La petrolera española emplea a tres mil personas para realizar la recolección y aseo del derrame ocurrido el pasado 15 de enero y que es considerado como un “desastre ecológico”.
De acuerdo con la primera ministra, Mirtha Vásquez, no se descarta la suspensión de operaciones, pero incluso se ha propuesto expropiar la refinería La Pampilla, propiedad de la empresa española.