En su primer discurso, el primer ministro Fils-Aimé prometió dedicar toda su energía para salvar a un país devastado por la violencia de las pandillas.
“Iscar Andrice, el Caïd de Belekou y fundador del G9, murió el domingo 12 de noviembre. Le habían disparado desde el viernes”, escribió en la red social X el líder religioso Jean Enock Joseph.
Las pandillas, que controla el 60% de la capital haitiana, buscan expandir su poder aprovechado el rechazo político que ha tenido su actual presidente.
Desde los años 90 pesa un embargo sobre la empobrecida nación caribeña, el cual ha sido modificado para poder enviar armamento a las fuerzas de seguridad.
Enfrentamientos entre grupos delictivos han derivado en 484 muertes violentas; el mayor número de decesos ocurrieron entre el 24 de abril y el 10 de mayo de 2022.
Dos comunicadores más resultaron heridos cuando encapuchados dispararon armas de fuego desde un automóvil, en las protestas de obreros en Puerto Príncipe.
El pasado 11 de abril 10 personas, entre ellos cinco sacerdotes y dos monjas, fueron secuestrados en Croix des Bouquets, cerca de la capital Puerto Príncipe.