La desaceleración de China ha sido el principal lastre de la demanda, además del cambio hacia energías limpias y la preferencia por vehículos eléctricos.
La publicación de estas cifras se produce en medio de un estira y afloja con el gobierno español, que busca afianzar un impuesto excepcional sobre los grupos bancarios y energéticos.
La EIA mejoró ligeramente su previsión de crecimiento de la demanda de petróleo para 2024, y la OPEP mantuvo un pronóstico de crecimiento relativamente fuerte de 2.2 millones de bpd.
La mezcla mexicana se negoció ayer en 77.84 dólares por barril, 32 centavos más que el jueves, aunque una disminución de 9.8 dólares respecto a una semana antes, reportó Pemex.