La Corte Constitucional de aquel país tomó la decisión de destituir al mandatario tres meses después de que el parlamento votase por someterlo a juicio político y a cuatro de que declarase la ley marcial.

Un tribunal de Seúl canceló su arresto para permitirle enfrentar su juicio por rebelión en libertad.

La agencia anticorrupción informó que el presidente destituido fue arrestado horas después de que cientos de investigadores y policías llegaran a su residencia tras haber declarado la ley marcial en el país el pasado 3 de diciembre.

Policías y agentes anticorrupción sudcoreanos intentaron arrestar a Yoon Suk Yeol, pero abortaron la operación ante la resistencia de los servicios de seguridad en la residencia del dirigente.