Aunque no se logró el consenso, esperan que en 2025 se consoliden acciones para frenar la contaminación de plástico que afecta principalmente a los oceanos.
No sólo se trata de nuevos manejos de residuos, de recolección, reciclaje y reutilización, sino de que se generen productos con mayor ciclo de vida útil.
Especialistas señalan que para algunas empresas es difícil aceptar producir menos plástico, por lo que es más fácil pagar para que se elimine la misma cantidad de plástico del mundo.