Oceana indicó que en supermercados y restaurantes de CDMX y Mérida se sustituyen por otras especies marinas que en muchas ocasiones son de menor precio.
El pez, que debe su nombre a la protuberancia carnosa que tiene detrás de la cabeza, se incluyó por primera vez en la lista de especies en peligro de extinción en 1967.
En abril el mercado bajó 85 por ciento. Espera que se vaya recuperando porque restaurantes y hoteles, los mayores consumidores pesqueros, no tienen actividad.