Con este escaño las fuerzas de la derecha y la izquierda quedan empatadas. Una futura investidura del preidente Pedro Sánchez necesitará del voto de Junts per Cataluny.
El líder del partido derechista se compromete en la lucha contra la violencia de género. Pedro Sánchez intenta destruir la imagen de distante que le atribuyen.
El pacto supone además un avance en el control institucional de Vox, una formación que defiende ideas xenófobas, racistas, homófobas y que niega la existencia de la violencia de género y del cambio climático.