El déficit fiscal en 2025 será equivalente a 3.9% del PIB, mientras la deuda representará 51.4%, lo que refuerza el compromiso de finanzas públicas sanas, destaca.
Implicaría una reducción de 2 puntos porcentuales respecto al nivel de 5.9% del producto interno bruto con el que la dependencia espera cerrar este año.