ChatGPT puede imitar la conversación humana y realizar tareas como crear resúmenes de textos largos, escribir poemas e incluso generar ideas para una fiesta.
Musk dijo que cuando financió la creación de OpenAI, llegó a un acuerdo para mantener a la empresa de inteligencia artificial como una organización sin fines de lucro.
La iniciativa, primera de su tipo en el mundo, fue lanzada en 2021 por la Comisión Europea, con el objetivo de bloquear el uso indebido de la IA y al mismo tiempo impulsar la innovación en el sector.
Entre el grupo de demandantes figuran John Grisham, Jonathan Fanzen y George R. R. Martin, quienes acusan a la empresa de entrenar ilegalmente a su robot ChatGPT para emular sus trabajos.