En él se le acusa al ex procurador de tortura y desaparición forzada en el caso Ayotzinapa.

Consideró válidos los argumentos de la defensa del ex procurador, que señalan que el ex funcionario se encuentra delicado de salud derivado de sus diversos padecimientos.

Gualberto Ramírez Gutiérrez habría participado, junto con Murillo Karam, en una “empresa criminal” cuyo objetivo era cerrar el caso cuanto antes, para lo cual habrían recurrido a la tortura y a la desaparición forzada.

Su familia y defensa legal han manifestado preocupación por el deterioro que ha sufrido la salud del ex procurador, quien padece hipertensión, insuficiencia cerebrovascular y enfermedad pulmonar.

Podría ser sentenciado hasta a 82 años de prisión en conjunto por tres delitos relacionados con ese asunto.