Fue el último relevista de Estados Unidos, que con 37 segundos y 38 centésimas derrotó en el esprint final a Italia (plata, 37.62) y a Jamaica (37.76).
Llegó a 15.08 m en su último intento, en el que se jugaba a todo o nada en el estadio húngaro, donde la ucrania Maryna Bekh-Romanchuk fue plata con 15.00 m.