El lunes por la noche, Astrobotic informó que a la nave le quedaban aproximadamente 40 horas de combustible antes de que entrara en una "caída incontrolable".
También lanzó unas horas antes, tres cohetes de sondeo a la ionosfera durante el fenómeno astronómico para estudiar cómo la caída repentina de la luz solar afecta nuestra atmósfera superior.
Este accidente se produce en un momento en que el presidente ruso Vladimir Putin prometió que continuaría con el programa espacial de su país pese a los problemas de financiación.
Tienen el objetivo de dar un nuevo impulso a su programa espacial que acumuló dificultades en los pasados años y que está aislado por el conflicto en Ucrania.
"No quiero que China llegue al polo sur de la Luna y diga 'esto es nuestro, váyanse', queremos que sea accesible para todos", afirmó Bill Nelson durante una conferencia.
Los europeos proporcionan la mitad de las naves espaciales que llevarán al satélite de la Tierra en futuras misiones, dijo Marc Steckling, del gigante aeroespacial Airbus.