El 60 por ciento de las empacadoras del cítrico de Apatzingán operan normalmente, aunque el problema que genera la delincuencia organizada no ha sido controlado en su totalidad.
Con maquinaria pesada, presuntos miembros del crimen organizado de la región de Apatzingán derribaron árboles de limón porque los productores se han negado a pagar las cuotas.