Wikileaks informó que la aeronave iría a la capital de Australia, el país natal de Assange a donde regresa tras alcanzar un acuerdo de culpabilidad con la justicia estadunidense.
La jueza principal del distrito de Estados Unidos, Ramona V. Manglona, aceptó su declaración de culpabilidad y lo puso en libertad debido al tiempo que ya había cumplido en una cárcel británica.
Activistas y defensores de derechos humanos y periodistas acogieron con beneplácito la liberación pero insistieron en que “Assange nunca debió haber sido encarcelado”.