Aún en convalecencia se reunió con reclusos. Conocido por su sensibilidad hacia el mundo carcelario, el pontífice permaneció 30 minutos en la prisión de Regina Coeli.
Como parte del Jueves Santo el pontífice, en una silla de ruedad adapatada, lavó los pies mujeres internas en una cárcel de Roma, ritual se significa humildad y el servicio.