El contingente conformado por unas mil 500 personas se encuentra en el municipio chiapaneco de Arriaga.

La fila de camiones en la carretera costera se extiende hasta 10 kilómetros.

Irineo Mújica, de Pueblo Sin Fronteras, señala que el INM se ha negado a entablar diálogo con los viajeros.

En la ciudad chiapaneca pasarán el día y mañana continuarán hacia el municipio de Villa Comaltitlán.

Policías y GN custodian la caminata, sin impedirla. No hay trabajo en esa ciudad y los trámites en la Comar tardan de seis meses a un año.

Las oficinas del INM son resguardadas por elementos de la GN.

Exigen documentos para poder viajar hacia el norte de México.

Diez migrantes se encadenaron para exigir a las autoridades documentos para transitar por el país y llegar a la frontera norte.

Irineo Mujica, coordinador del contingente, dice que buscan trato con autoridades, porque hay voluntad de los viajeros para terminar en CDMX el recorrido.

El contingente camina sobre la autopista México-Puebla con rumbo a la Basílica de Guadalupe.

Los agentes de migración aseguraron que el retén instalado en territorio veracruzano nunca tuvo la intensión de frenar la marcha de la caravana.

De acuerdo a lo que se observa en el accionar del INM, para la dependencia es una “guerra” detener la caravana, comentó el activista pro migrante.