En casi todo evento de campaña en los estados claves de Pensilvania, Michigan, Wisconsin y Arizona, Harris ha sido interrumpida por manifestantes exigiendo que se comprometa a poner fin al “genocidio en Gaza”.
La matanza del equipo de WCK está teniendo un efecto paralizante en los esfuerzos por alimentar a los 2.3 millones de habitantes de Gaza, la mitad de los cuales enfrentan niveles extremos de hambre.