El secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnik, celebró que la presidenta Sheinbaum no haya implementado impuestos en represalia, como lo hizo el gobierno de Canadá.
De inmediato, grandes sectores de la cúpula económica estadunidense expresaron su desaprobación y advirtieron que con los aranceles, se genera incertidumbre y alarma entre el sector privado.
“La integración entre ambos países hace que lo prudente, lo inteligente sea ponernos de acuerdo porque en medio están millones de trabajadores y de empresas”, afirmó.