A los 71 años, Gritón partió de este mundo, pero su legado sigue vivo en la memoria de aquellos que lo conocimos y motivando a nuevas generaciones de artistas y activistas.
Acorde con su espíritu creativo, la capilla funeraria fue acondicionada como una especie de galería en la que se exhiben algunas de sus obras, en específico en torno del féretro.