El gobierno federal avaló la forma en cómo se gestionarán los impactos sociales en la extracción de hidrocarburos en el campo, dijo la firma australiana.
Pero no son los rusos los únicos que se vieron afectados por el sabotaje al Nord Stream: la población europea, en general, sufrió fuertes incrementos en el precio del gas.
El financiamiento procede de la Ley de Reducción de la Inflación como parte de un conjunto de normas de la administración Joe Biden que abordan las emisiones de las centrales eléctricas.
El gobierno reconoció que se disparó la utilización de la red por la guerra en Ucrania, pero descartó ampliarla por la reducción paulatina del consumo de gas natural.
Personal de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil evacuó alrededor de un centenar de personas para evitar cualquier tipo de peligro.
La primera ministra Liz Truss dijo que la medida será por 2 años. También anunció un plan de apoyo a empresas eléctricas por 40 mil millones de libras.
El gobierno de Fernández avanzó en la licitación para la construcción de un nuevo gasoducto que unirá Vaca Muerta con la provincia de Buenos Aires en una primera etapa.
“No tenemos miedo de las decisiones de Putin, lo que pedimos a los rusos es que respeten los contratos. Y si no lo hacen, estamos dispuestos a reaccionar”: Gentiloni
La fuga de gas que ocasionó el siniestro fue controlada por personal de la empresa estatal; Protección Civil desalojó a 255 familias de manera preventiva.
Rusia redujo sus envíos del combustible desde el 14 de junio y elevó su precio. “La situación es grave y el invierno llegará”, advierte el ministro de Economía.