La acción tras admitir la querella presentada por la fiscalía por el presunto delito de agresión sexual, que podría tener de sanción hasta 4 años de prisión.
En su posicionamiento señalan que el suspendido presidente de la RFEF “no ha estado a la altura de la institución que representa” y expresan su solidaridad a las jugadoras.
El presidente de la RFEF se dijo “víctima” de una “carnicería mediática”, incluso señaló que el beso forzado que le propinó a la jugadora Jennifer Hermoso fue “un pico consentido”.