Los cuerpos de Noe Ignacio Alférez y Jonathan Organista permanecieron escondidos seis años en una fosa común en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Familiares piden justicia.
Se estima que varios de esos restos podrían pertenecer a algunas de los 114 mil 881 personas desaparecidas en México, de acuerdo con datos del gobierno.
En febrero del 2018, Noé Ignacio y Jonathan fueron detenidos y asesinados por personal de la Secretaría de Marina y localizados seis años después en una fosa común.