El retroceso fue generalizado y Alemania –la mayor economía europea– registró el deterioro más pronunciado de las condiciones fabriles de los últimos 12 meses.
La situó en rango de entre 0.75 y 1.5%. Revisó al alza su previsión de inflación a 8.1% en 2022. Seguirá siendo "muy fuerte" durante "un largo periodo".
La vulnerabilidad económica frente a un corte del suministro sigue siendo muy alta pese a esfuerzos enérgicos para diversificar las fuentes de importación.