Alfonso Durazo se reunió con los mandatarios de Sinaloa, BCS, así como una representación de BC y Nayarit, para compartir experiencias sobre la materia.
A un mes del asesinato de dos jesuitas y dos civiles, la orden religiosa dijo que las causas estructurales de la violencia en la Tarahumara prevalecen desde hace décadas.
La estrategia que viene anunciando es similar a la de los gobiernos anteriores: más policías y programas sociales en los lugares donde se agudiza la violencia.
Los legisladores coincidieron en manifestar a los funcionarios involucrados, la urgencia de cambiar la estrategia de seguridad y dar resultados a los ciudadanos que lo exigen -con justa razón- como un tema prioritario.
Dicho sector se encuentra en “situación desventajosa” frente a la delincuencia organizada “ante el poder de fuego, logística, inteligencia y capacidad operativa de estos grupos”.