Lanzado el 19 de diciembre de 2013 por ESA, Gaia realizó observaciones desde una órbita estable a 1.5 millones de km de la Tierra, en el punto de Lagrange L2.
La ESA redujo las probabilidades de impacto al 0.001%. La NASA las bajó al 0.0027%, lo que significa que el asteroide pasará sin riesgos cerca del planeta en 2032.
"Una vez en órbita, los dos satélites permitirán observar de forma continua la tenue atmósfera que rodea al Sol, conocida como corona”, informó la ESA.
Los europeos proporcionan la mitad de las naves espaciales que llevarán al satélite de la Tierra en futuras misiones, dijo Marc Steckling, del gigante aeroespacial Airbus.