Residentes de la isla española de La Palma tienen la esperanza de que terminen las explosiones y sismos diarios, ríos de lava y enormes nubes de cenizas tóxicas.
Tras el caos desatado por la orden de evacuación el jueves frente al riesgo de una nueva erupción del Nyiragongo, en Goma este sábado parecía imperar la calma.