Frente al "agravio que cometieron" los embajadores, la presidenta electa descartó una reunión con Ken Salazar. La canciller Alicia Bárcena también respaldó la posición del presidente.
El embajador estadunidense afirmó que "es falso" que se le haya solicitado al gobierno mexicano “limitar o suspender ciertas actividades de aplicación de la ley” en materia de seguridad.