Alrededor de 300 migrantes se han refugiado en la acera frente a la iglesia del Sagrado Corazón, algunos de ellos temerosos de buscar albergues formales.
Varias organizaciones realizaron eventos para conmemorar a las víctimas de un acto de odio calificado como “terrorista” por algunos nutrido por la retórica oficial xenofóbica.