El informe del organismo Redias indica que la violencia se ha recrudecido desde el 2023 y lo que va del 2024 en comunidades como Chicomuselo, Chenalhó, El Porvenir y Frontera Comalapa.
El llamado de ayuda es "urgente”, señalan pobladores de las sierra chiapaneca, ya que no sólo son los constantes enfrentamientos, también se están llevando niños y mujeres, aseguran.
En un comunicado, el grupo insurgente manifestó que con estos “se asegura el crecimiento de las guerras por el control territorial, en las que estará ausente el holograma del Estado Nación”.
“Además de brindar ayuda humanitaria, se implementan programas sociales a través de Bienestar del gobierno federal, salud y educación, aún en receso escolar”, señaló Luis Manuel García.
Los refugiados provienen de los municipios de Amatenango de la Frontera y Mazapa de Madero; huyen de la violencia generada por grupos de la delincuencia organizada que disputan el territorio.
Desde septiembre pasado, Chankin Kimbor tuvo que abandonar su casa debido a amenazas del crimen organizado. Escribió una carta al presidente y al gobernador de Chiapas.
Decenas de familias siguen abandonando sus comunidades en los municipios de Chicomuselo, La Concordia y Socoltenango a causa de la violencia provocada por cárteles del narcotráfico.
En Aldama y Chalchihuatlán “recibimos con preocupación los testimonios de que la población vive con miedo por la violencia”, señaló la relatora Esmeralda Arosemena de Troitiño.
El Centro de Derechos Humanos Ku’untik notificó el fallecimiento de Marcela Hernández López, en el contexto de violaciones continuas a la población desplazada de Puebla.