El presidente saliente de Brasil tiene previsto viajar en breve a EU, aunque no aclaró cuándo embarcará, ni si participará de la ceremonia de investidura de Lula.
Dos décadas llegaron así al final. Con una demostración de vigor y orgullo, de plasticidad, porque si este fue el último combate tenía que ser con dignidad.
El mandatario dijo “sentirse especialmente orgulloso” por ser “el primer mandatario en décadas” que no inició “nuevas guerras” entre su país y alguna otra nación.