La Casa Blanca y el Departamento de Estado negaron que su país haya saboteado el gasoducto Nordstream 2 y reiteraron su conclusión sobre derechos humanos en México.
No está claro cuándo se descubrió la intromisión pero se cree que ocurrió hace un par de semanas, de acuerdo con el hilo de Twitter de un periodista de esa cadena.
El nuevo mandatario estadunidense actualizó el sitio del Departamento de Estado para omitir la definición del Partido Comunista de China como uno de los principales problemas políticos de su nación.
El Departamento de Estado dice que este país aborda abusos de derechos humanos por fuerzas de seguridad pública incluyendo asesinatos arbitrarios, desapariciones forzadas y tortura.