En parte se debe a que las presiones demográficas aumentarán en la mayoría de las principales economías, de acuerdo con proyecciones de Naciones Unidas.
El adelantado presentó 100.6 puntos en febrero, un avance de 0.15 puntos, mientras el coincidente registró 100.4 puntos en enero y un descenso de 0.10.
Según analistas, el objetivo será más difícil de alcanzar que el del año pasado, ya que se ha desvanecido el efecto de base favorable de un 2022 afectado por el covid.
El Inegi informó de forma oportuna que el PIB creció en 2023 3.1 por ciento, dato que está en línea con las expectativas que tenía el gobierno federal.
El avance se colocaría por encima de la tendencia que tenía antes de la pandemia y por encima del resto de las principales economías de América Latina.
La ralentización de la actividad está relacionada con el huracán ‘Otis’ en Guerrero, informó. “Desde el cuarto trimestre ya hay menor crecimiento”, dijo.
El consumo privado, servicios, construcción y producción automotriz impulsaron la estimación. Además, aumentó su perspectiva para 2024 a 2.1 desde 1.5%.
El consejo de estabilidad financiera informó que el panorama económico muestras signos de recuperación, pero en 2023 se prevé una desaceleración en el ritmo de crecimiento.
La calificadora advierte que las proyecciones positivas del presidente López Obrador se estacan ante perspectivas bajas de inversión, inflación y baja producción.
El Covid-19 y las fallas estructurales previas a la crisis sanitaria causaron un daño duradero en la región, dijo la secretaria ejecutiva de la comisión, Alicia Bárcena.