Sus abogados argumentan que una condena de 20 años es extensa, “suficiente” y equivale al mismo tiempo que su cliente se dedicó a su carrera como funcionario público.
“El acusado es un narcotraficante” quien mientras en público fingía combatir el tráfico de drogas, en privado lo protegía, indicó el fiscal Jacob H. Gutwillig en sus alegatos finales.