Según informes, Israel atacó la ubicación de la sede del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria. No se reportaron ataques contra instalaciones nucleares o yacimientos petrolíferos.
Hamás celebró el ataque y afirmó que se lanzó en respuesta a la muerte del líder islamista palestino, Ismail Haniyeh, y del jefe de Hezbolá, Hasán Nasralá.