"El objetivo es que la nave supere el calentamiento máximo o al menos llegue más lejos que la última vez", señaló el multimillonario sobre Starship.

Tras casi completar el vuelo de prueba, la compañía confirmó que la nave se había perdido, posiblemente quemándose y desintegrándose.

Una multitud se reunió en la boca del Río Bravo, donde se tuvo una vista privilegiada del despegue.

El propulsor y el cohete central explotaron antes de comenzar su descenso programado, según informes.

Se prepara para despegar el 17 de noviembre, “ sujeto a la aprobación regulatoria" pertinente de la Administración Federal de Aviación, anuncia.

Estaba programado que el propulsor se separara de la cápsula, pero no se produjo y el cohete explotó.